CONCEPTO
Estudios provenientes de diferentes disciplinas demuestran que estos años son fundamentales para el desarrollo físico, social y cognitivo, pues durante este período los niños adquieren las habilidades para pensar, hablar, aprender, razonar e interactuar con otros. La educación inicial contribuye además a reducir la pobreza y la desigualdad.
Los niños pobres que tienen acceso a una educación inicial de buena calidad ven compensadas varias carencias en el presente y hacia futuro, tienen mayores posibilidades de desarrollar sus competencias, permanecer en el sistema educativo y tener acceso a la educación superior y a trabajos mejor remunerados.
Los avances del país en materia normativa y de política han sido importantes y se ha logrado sensibilizar y comprometer a muchos más sectores y actores de los que tradicionalmente estaban comprometidos o directamente relacionados con el tema de Primera Infancia.
Aún así, es importante reconocer que el ritmo con que el país ha logrado avanzar en la implementación de la política no coincide con las condiciones y situaciones relacionadas con pobreza, inequidad social y vulneración de derechos a que están expuestos los niños y niñas en Primera Infancia, mostrando así, un panorama aún bastante lejano al deseable, en materia de cobertura y calidad en la Atención.
Es por esta razón que el Gobierno Nacional decide avanzar de forma decidida en la Atención Integral a esta población y sus familias con la Estrategia Nacional de Cero a Siempre.
DESARROLLO DEL NIÑO EN LA PRIMERA INFANCIA EN PERSPECTIVA
Desarrollo del niño es un proceso dinámico en que resulta
sumamente difícil separar los factores físicos y los psicosociales, salvo en
términos conceptuales. En estas condiciones, el desarrollo psicosocial consiste
en el desarrollo cognoscitivo, social y emocional del ni no pequeño como
resultado de la interacción continua entre el niño que crece y el medio que
cambia. La memoria, la atención, el raciocinio, el lenguaje y las emociones,
así como la capacidad general de obrar recíprocamente con el medio físico y
social, dependen de la maduración biológica del sistema nervioso central y del
cerebro. En consecuencia, se requiere un nivel mínimo de bienestar físico como
condición previa para que funcionen los procesos mentales. Por otro lado, la
tensión psicológica puede producir trastornos físicos y afectar negativamente a
la salud y el desarrollo físico del niño. Las diferencias del medio ecológico y
cultural afectan profundamente al desarrollo tanto físico como mental. La
acción reciproca con el medio define el carácter de las aptitudes y
conocimientos adquiridos y la forma en que se los valora; las experiencias de
aprendizaje de los hijos de los agricultores de Java occidental serán algo
distintas de las de los niños pastores
del altiplano boliviano, y cada grupo social valorará especialmente aquellos
conocimientos que resulten más necesarios en su medio. Además, el grado de
complejidad del grupo social, ha manifestado por sus instituciones, desarrollo
económico y progreso técnico, determinará la complejidad de las aptitudes y
conocimientos necesarios.
LOS RIESGOS Y SUS CONSECUENCIAS
Los niños pequeños de los países en desarrollo pobres están expuestos a
múltiples peligros. En los países en desarrollo, no se puede dar por sentado
que se podrán satisfacer necesidades básicas como la alimentación y la vivienda
ni que se dispondrá de servicios sociales como los de salud, abastecimiento de
agua, saneamiento y educación. La secuencia de las circunstancias que afectan a
una gran proporción de la población es más o menos la siguiente:
“Pobreza-malnutrición
durante el embarazo-enfermedades transmisibles-malnutrición infantil-trastornos
psicomotores-retraso en el desarrollo físico y mental e impedimentos-bajo nivel
de actividad-desarrollo inferior al normal-baja productividad económica en la
vida adulta-pobreza”.
Evaluación de los riesgos
La determinación de los factores de riesgo y de los grupos vulnerables
puede ser la base de políticas destinadas a fomentar el desarrollo físico,
mental y social. Al describir y analizar la influencia que tiene el medio ambiente
sobre el desarrollo del niño, especialmente desde el punto de vista de la
planificación de medidas para promover ese desarrollo, el concepto de riesgo y
la identificación de los factores de riesgo y de los grupos vulnerables han
resultado especialmente útiles. EJ factor de riesgo para el desarrollo
psicosocial del niño se podría definir de la siguiente manera:
“Una
circunstancia o un fenómeno de carácter biológico o ambiental, identificable y
de importancia, que afecta a la mujer durante el embarazo y la lactancia o a
las lactantes y niños pequeños, que impide que el niño adquiera la capacidad
mental y las aptitudes necesarias para adaptarse al ambiente ecológico y
cultural y que, en consecuencia, crea la necesidad de adoptar medidas
especiales de prevención y atención”.
A fin de deducir de la determinación de los factores de riesgo y de los
grupos vulnerables conclusiones concretas que puedan aplicarse a la formulación
de políticas y medidas, es preciso determinar la frecuencia y la gravedad de
los problemas que afectan al desarrollo cuando el niño queda expuesto a esos
riesgos. También deben establecerse relaciones causales entre determinados
factores de riesgo y problemas concretos de desarrollo.
El cuerpo humano tiene una considerable capacidad de
adaptación y puede ajustarse el consumo bajo de ciertos nutrientes. Sin
embargo, esta capacidad tiene un límite y las carencias múltiples en muchos
casos pueden tener efectos sinérgicos negativos. Por lo general, el remedio
consiste en un régimen alimenticio adecuado y equilibrado, aunque pueden
necesitarse medidas adicionales en el caso de la carencia de yodo, hierro y
vitaminas A y D. A veces se dispone de alimentos adecuados, pero no en
suficientes cantidades y la solución consiste en impartir conocimientos en materia
de nutrición. Sin embargo, en muchos casos no se podrán lograr resultados
significativos si no se presta atención a la producción, distribución y consumo
de alimentos nutritivos. Al mismo tiempo, el estímulo que ayuda al desarrollo
psicosocial del niño también contribuye al éxito de cualquier programa
destinado a mejorar su nutrición.
La malnutrición proteínico-calórica es uno de los
problemas nutricionales y sanitarios más frecuentes en todo el mundo. Existen
notables diferencias clínicas y funcionales entre la malnutrición
proteínico-calórica leve o moderada, por una parte, y la malnutrición grave,
por otra. La mal nutrición grave comprende el marasmo (carencia general de
proteínas y calorías) y el kwashiorkor (carencia de proteínas) y está mucho
menos extendida que la malnutrición leve o moderada. En las poblaciones en que
la malnutrición es endémica, se ha observado una relación constante entre el
retraso del crecimiento, el bajo rendimiento en
las mediciones globales de la
capacidad intelectual (como el cociente de inteligencia o las pruebas del
cociente de desarrollo) o en mediciones de determinados procesos cognoscitivos
(como la atención o el aprendizaje).
Los estudios sobre los efectos de los suplementos
nutritivos en los lactantes y niños expuestos al peligro de la malnutrición han
demostrado que esos suplementos tienen un leve efecto beneficioso sobre el
desarrollo mental y el desarrollo de la capacidad motora de niños de hasta 36
meses. Sin embargo, no se han demostrado los efectos de los suplementos en los
niños de más edad, salvo en los casos en que, además del suministro de
suplementos, se ha proporcionado instrucción a los niños y a las madres.
En
resumen, se pueden derivar las siguientes conclusiones de los datos sobre los
efectos de la malnutrición sobre el desarrollo mental y sobre las medidas por
atenuar los efectos negativos:
recuperado de http://www.icbf.gov.co/portal/page/portal/PrimeraInfanciaICBF
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